Ejercicio para el alma: muévete a tu ritmo y redescubre tu poder
03-06-2025

Dicen que no hay mejor medicina para el alma y el cuerpo que el ejercicio… y no sabes qué tan cierto es. Porque no se trata solo de verte más guapa, más delgada o más tonificada (aunque eso también se agradece), sino de sentirte poderosa, radiante, segura de ti misma. Si ya traes la espinita de empezar a moverte, pero no sabes por dónde o simplemente el gimnasio no es lo tuyo, tranquila, aquí estamos para ayudarte; vamos a contarte sobre distintas opciones de ejercicio, para que encuentres justo la que va con tu ritmo, tus gustos y tu esencia.
Stop, antes de empezar, veamos brevemente qué beneficios le traerá a tu vida el ejercicio
Hacer ejercicio no se trata solo de mover el cuerpo, es un regalo para ti, para tu corazón, para tus huesitos y para tu energía de todos los días. Te ayuda a cuidar tu salud cardiovascular, a alejar enfermedades como la hipertensión o el colesterol alto, y también a mantener tus huesos fuertes y firmes.
Además, protege tu musculatura —porque sí, aunque no lo notemos tanto, con el tiempo podemos ir perdiendo fuerza y eso no lo queremos, ¿verdad? Y ni se diga de lo bien que te vas a sentir emocionalmente: menos estrés, menos ansiedad y un sueño profundo y reparador.
Vas a notar cómo despiertas con más ganas, con más energía para llevar a los niños a la escuela, ir a trabajar, salir con tus amigas o simplemente disfrutar tu día con una sonrisa.
Ahora sí, aquí te van algunas ideas para ayudarte a dar ese primer pasito y elegir la actividad que mejor se sienta contigo para comenzar tu camino hacia un estilo de vida más saludable:
- Caminatas
Si eres de las que ama ver los árboles, disfrutar del solecito, y de paso sacar a pasear al lomito… las caminatas son lo tuyo. Puedes hacerlo por tu colonia, por un parque bonito o donde tú te sientas a gusto. Ayuda muchísimo a tu circulación, relaja la mente y si lo haces con tus audífonos y tu podcast favorito, ya estás del otro lado.
- Zumba
Si lo tuyo es la música, el ritmo y ese sabrosito que te hace bailar… ¡la zumba es para ti! Te diviertes como nunca, y lo mejor, sudas mucho y bajas calorías, y ni cuenta te das.
- Yoga o Pilates
Aquí entramos en modo zen; si te gusta respirar profundo, sentirte más flexible y que ya no te truenen las rodillas cuando te agachas por una cuchara… el yoga y los pilates son una joya. Fortaleces tu cuerpo con calma, alivias tensiones y conectas contigo.
- Ejercicio en casa
Si no te da la vida para salir o simplemente amas estar en casita, esta opción es perfecta. Con una rutina sencilla (y si te apoyas de una app, o un nutri mejor), puedes hacer ejercicios usando tu propio peso y lograr grandes cambios.
- Natación
¡Ay, el agua! Para este calor y para sentirse libre como sirena, nadar es una delicia. Es suave con tus articulaciones, pero trabaja todo tu cuerpo. Fortalece, tonifica y te ayuda a tener esa figura que dices “¡ash, qué bárbara!”.
- Kickboxing
Si andas con ganas de sacar toda esa tensión que traes acumulada (porque, seamos honestas, ¡una ya no puede ni con el grupo de WhatsApp!), el kickboxing es una maravilla. No tienes que pelear con nadie, puedes golpear el costal o la pera, y terminas como nueva. Es atrevido, diferente y te hace sentir poderosa.
- HIIT
Son ejercicios conjuntos que trabajan todo tu cuerpo en diferentes periodos de tiempo. Si realmente quieres retarte, esta es una gran opción, pues te ayudará a cumplir tu meta de sentirte y verte mejor. Además, te resultará retador mejorar cada día en cada una de las actividades que el coach proponga.
- Entrenamiento funcional de alta intensidad
Si te gusta el ejercicio intenso, pero te da flojerita estar sola, este tipo de entrenamiento es ideal si el gym no es lo tuyo. Combina fuerza con cardio, y lo mejor es que hay un coach que no te deja perder el tiempo; pues aquí sí es de “¡vamos, tú puedes!”, y antes de que te des cuenta ya hiciste un montón de ejercicio.
Al final del día, lo más importante es que encuentres una actividad que realmente disfrutes, que te haga sentir bien y que te permita conectar contigo misma. No importa si al principio no te parece fácil o no sabes por dónde empezar, lo esencial es dar ese primer paso y comprometerte a probarlo.
Si no te enamoras de algo al instante, no pasa nada, prueba con otras opciones hasta que encuentres la que realmente te haga sonreír. Y recuerda, lo que importa no es la rapidez, sino la constancia. Con el tiempo verás cómo esos pequeños cambios te van transformando, haciendo que te sientas más energizada y feliz.
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